Hay sucesos que trascienden colores y banderas y se convierten en patrimonio universal.
Soy argentino, hincha de Boca y colchonero pero es que la “Quinta del Buitre” trasciende al club de origen y es patrimonio del fútbol ya que se trata de algo más elevado: es un hecho cultural.
Entonces digo, y así lo siento, que si bien yo soy de mis colores y lo soy mucho, también soy hincha de la QUINTA, ya que el espíritu de la misma tiene la capacidad de estar más allá del bien y del mal.
Te permite ser colchonero y “quintero” (si es que vale el término que me acabo de inventar) porque ellos para mi son sinónimo de revolución, marcaron un antes y un después, y eso no se mide en títulos ni en cifras porque está ligado a lo emocional y no es medible.
Ni mucho menos puede ser sectaria, ni exclusiva como si de una logia se tratara, no señor.
Ellos crearon un movimiento cuyo significado no entiende de política, raza o religión ya que provocaron una identificación en los que realmente amamos este juego.
No sé cuantas Champions ganaron los Beatles y da igual si eran ingleses o si hubieran sido polacos, porque lo importante es que transformaron para siempre la música que todos escuchamos, y eso no tiene dueño.
Con la QUINTA ocurre exactamente lo mismo, en ellos nos vimos identificados y eso fue transformador, ya que fueron (y son) simplemente 5 pibes de barrio (como vos y como yo) que nos representaron en un fútbol profesional, tremendamente exigente y cruel sin perder jamás el origen.
No sé cuantos títulos ganaron, ni me importa.
Da igual con qué camiseta jugaron, ni me acuerdo 😉.
No sé donde nacieron, a quien votan, ni a quien le rezan.
Pero lo que sí sé, es que fueron, son y serán siempre: UNO DE LOS NUESTROS.
Gracias eternas!