
Werner Scharlau, el fundador de la marca, explica que su idea de negocio nació de su propia búsqueda del maletín perfecto. En su gestión al frente de una compañía química le frustraba ver que era complicado encontrar un maletín que reuniera materiales de gran calidad, durabilidad y funcionabilidad.
Si quería materiales de calidad, tenía que recurrir a las marcas más populares del mercado, que cómo es sabido, encarecen los productos por causa de los gastos de publicidad y de los establecimientos físicos. Y si recurría a marcas con precios más reducidos, la durabilidad y terminación del producto, no era la que él deseaba.
Consciente de estos problemas, su deseo fue ofrecer artículos de piel de un diseño atemporal y fabricados para durar muchos años. Así nació Scharlau.